Cuando tenía todas las respuestas….me cambiaron las preguntas!

Cada día es mayor el número de personas e instituciones interesadas en explorar el vibrante mercado de Florida. Sin embargo, «no todo lo que brilla es oro», aun en el Sunshine State. A esta pregunta que me formulan con frecuencia – ¿En qué Invierto, Alfredo? – suelo responder casi invariablemente con un cómodo “depende”. De este “depende” se deriva luego un breve cuestionario que pretende ir afinando un enfoque para aproximar a nuestro inversionista potencial hacia su mejor alternativa de negocio.

La primera pregunta que acostumbro formular se refiere al propósito de la inversión. Si se trata de respaldar la obtención de una visa, la inversión deberá contemplar la adquisición de activos tangibles productivos y generar por lo menos tres fuentes permanentes de trabajo. En estos casos, la inversión en empresas de servicios o en activos inmobiliarios no es vista con simpatía por las autoridades de inmigración.

Si la obtención de una visa de permanencia no es el punto neurálgico de la inversión, el inversionista extranjero podrá desarrollar cualquier tipo de proyecto de lícito desempeño siempre y cuando no aparezca en nómina ni devengue un sueldo.

Agotado el punto migratorio, es importante conocer cuál es el capital de riesgo de que dispone el inversionista potencial. Contrario a lo que muchos piensan y pregonan, adquirir una pequeña o mediana empresa rentable no requiere de grandes e inaccesibles montos de inversión. Es frecuente encontrar negocios en marcha, de precios muy inferiores al millón de dólares, que generan beneficios netos al propietario del orden del 20% sobre las ventas, con períodos de recuperación de la inversión de 2,5 a 3 años.

Por otra parte, la mayoría de los negocios dentro de este rango son adquiridos mediante un pago inicial que va del 50 al 80% del precio y el saldo mediante un financiamiento del vendedor, de 2 a 5 años, a intereses promedio del 6%. Si el inversionista es residente de los EEUU o si tiene la ciudadanía norteamericana, tendrá acceso a los planes de financiamiento del Small Business Administration (SBA) que es una institución pública que otorga avales en condiciones privilegiadas a las empresas calificadas.

La siguiente consideración de importancia es la capacidad gerencial necesaria, medida en términos de experiencia dentro de un ramo determinado de negocios. A diferencia de las grandes empresas, en las pequeñas y medianas el capitalista y el empresario suelen ser la misma persona. Por esto es esencial evaluar a profundidad la vocación del inversionista de permanecer atado a un proyecto por un periodo determinado y la disposición del vendedor de enseñarle al comprador todo lo que sabe del negocio.

Conociendo entonces el potencial financiero del inversionista y su inclinación empresarial ya es posible proceder a identificar oportunidades de negocios dentro de áreas específicas de actividad. Por ejemplo, muchos latinoamericanos que consideran interesante invertir en una estación de servicio deben saber que estos negocios operan mediante una concesión otorgada por la empresa petrolera que la “abandera”. Es el dueño del terreno y de la edificación quien negocia los términos del contrato con la operadora siendo elemento esencial el margen de comercialización por galón de gasolina vendido.

En líneas generales, para que una estación de servicio sea rentable deberá vender alrededor de 100 mil galones por mes y operar exitosamente negocios conexos como la tienda de conveniencia, un auto lavado o un taller mecánico. En estos casos hay que tener en cuenta que adquirir la oportunidad de negocio sin poseer el inmueble nos coloca a merced del arrendador y nos aleja de la posibilidad de negociar mejores condiciones con la operadora petrolera.

A pesar de que muchos empresarios manifiestan su aversión por el “olor a comida”, el sector de los alimentos es el que mejores márgenes arroja y el que requiere de menor conocimiento técnico. Basta una buena dosis de buena voluntad, espíritu organizativo y buen gusto para llevar adelante una cafetería, una deli, un restaurante o una tienda de conveniencia.

Si usted observa los negocios que tienen que ver con el sector automotriz – caucheras, tubos de escape y silenciadores, ahumado de vidrios, cambio de aceite, transmisiones, etc.- verá que por lo general están copados de trabajo. Si tiene afición por esta área no dude en explorar interesantes oportunidades de negocios en marcha en las que sus dueños venden por motivo de retiro, salud o divorcio – las razones más frecuentes de venta.

En fin, como enumerar todas las áreas de negocios y franquicias en este breve artículo es tarea imposible, me permito invitar a los lectores interesados en la materia a expresarme sus inquietudes por e-mail o por teléfono. Gustosamente trataré de orientarlos sobre la base de las experiencias que personalmente he acumulado en este dinámico mercado.

Por último, quiero enfatizar en la necesidad que tiene todo comprador de un negocio en marcha -no importa el ramo de explotación ni la confianza que se tenga con el vendedor- de realizar las diligencias debidas antes de la compra para verificar entre otros aspectos el estado de las cuentas, la vigencia de los permisos, la transferibilidad del contrato de arrendamiento y la posición en el mercado de la empresa. Con esto el comprador minimizará el riesgo de encontrarse, cuando ya sea el dueño del negocio, con sorpresas desagradables.

Articulo escrito por Alfredo Gonzalez, CEO Negocios en Florida LLC

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