Cuando el visionario inventor norteamericano Isaac Singer (1811-1875) patentó sus mejoras a la máquina de coser y conjugó la venta de ese eficiente artefacto con un innovador sistema de crédito a los usuarios, no sabía que estaba dando origen en los EE. UU al sistema precursor de las modernas franquicias que hoy conocemos.

La patente No. 8294, del 12 de agosto de 1851, abrió el camino a la producción en masa de una máquina de coser versátil, eficiente y de uso casero que podía ejecutar hasta 900 puntadas por minuto, con un precio de venta al público del orden de $120. La genialidad de Singer, al generar una revolución en los mercados textil, de la moda y de la industria del cuero, vendría a beneficiar a millones de hogares en todo el mundo.

Pero los admirables logros técnicos no hubieran tenido ningún efecto sobre la economía mundial si no hubiese sido por el innovador sistema de mercadeo creado por la Singer Manufacturing Company que consistió, por una parte, en idear y poner en práctica un plan de pagos por cuotas, accesible a los usuarios individuales y, por la otra parte, en establecer un sistema de distribución y ventas amparado por un brillante esquema de licenciamiento.

Sobre esta novedosa plataforma, la Singer creó una red de distribuidores en áreas geográficas asignadas; con acuerdos de exclusividad y de uso de la marca; con un pago inicial por la licencia; con pagos de regalías sobre las ventas; y con fórmulas de entrenamiento para los usuarios de las máquinas de coser. Había nacido así, por allá por la década de 1860, el primer sistema de franquicias conocido en los EE.UU.

Después de Singer se incorporaron nuevos actores al mundo de las franquicias. La Ford Motor Company inaugura en febrero de 1903 su primera concesión de ventas,Hughson Ford Sales en San Francisco, California, adelantándose por un escaso mes a Tenvoorde Ford en Saint Cloud, Minnesota; Gulf Refining Co., por su lado, abre la primera estación de servicios en Pittsburg, Pennsylvania en diciembre de 1913 y logra vender en su primer día de operaciones 30 galones de combustible a razón de US27 céntimos por galón. ¡Qué tiempos aquellos!

Y no es sino hasta 1955 cuando se dispara la fiebre de las franquicias con la incorporación de McDonald’s Corporation al escenario de la industria de comida rápida. McDonald’s basó su filosofía de crecimiento en integrar bajo una sola visión empresarial compartida a tres elementos esenciales: su red de franquiciados, su red de suplidores y su fuerza laboral.

Gracias a su devoción por la innovación y la eficiencia, McDonald’s se ha convertido en una escuela de gerencia y en una referencia obligada para los académicos y empresarios interesados en el tema de las franquicias.
Aunque el sueño de la mayoría de los aspirantes a franquiciante es poseer una tienda McDonald’s, existen múltiples posibilidades de franquicias en las más variadas actividades económicas. Baste saber que en los EE. UU existían para finales de 2015 un total de 781,794 establecimientos, generando más de 8,816,000 empleos, con ingresos sobre los US$889 billones y un aporte de 5,1% al GNP.

En todo caso, amigo lector, si está interesado en montar una unidad de franquicia le recomendamos que le pida a los promotores de la franquicia que usted escoja el reporte de información sobre la empresa franquiciante llamado “Franchise Disclosure Document”. Este documento, que debe ser entregado con no menos de catorce días antes de la eventual firma del Contrato de Franquicia, presenta detalles sobre los antecedentes del Franquiciante; los pagos iniciales, accesorios y regalías; inversión inicial estimada; restricciones a la compra, venta y suministro de bienes y servicios; obligaciones del Franquiciado; asistencia técnica, publicitaria y de mercadeo; territorio; uso de marcas comerciales, patentes e información confidencial; renovación, terminación, traspaso y resolución de disputas; resultados financieros de las unidades existentes o fuera de operación; y los estados financieros de la empresa Franquiciante, entre otra valiosa información exigida por la Oficina Federal de Comercio (FTC)de los EE.UU. que usted debe analizar con detenimiento antes de tomar una decisión.

Tenga siempre presente que el contrato de Franquicia no le transfiere la propiedad del negocio al Franquiciado, sino que lo convierte en una especie de socio del Franquiciante en cuanto a las operaciones se refiere. Una vez que el contrato ha sido firmado, el Franquiciado deberá apegarse estrictamente a las instrucciones del Franquiciante quien será durante la vigencia del compromiso quien dicte las grandes pautas en materia gerencial.

Para concluir debo enfatizar que la inflexibilidad del contrato de franquicia restringe la habilidad del Franquiciado para introducir cambios en el negocio sin la previa autorización del Franquiciante. Por eso, si usted es una persona eminentemente creativa y con vigor empresarial es probable que no sea el mejor candidato a optar por una franquicia.

Articulo escrito por Alfredo Gonzalez, CEO Negocios en Florida LLC

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